Anteriormente fue Noruega, en esta ocasión Bulgaria. No hay nada que no esté ya dicho, pero no por eso hay que dejar de decirlo: es maravilloso formar parte de un proyecto que tiene por vocación el intercambio de prácticas educativas que motiven a nuestros alumnos, y una suerte haber encontrado un grupo de profesores tan entusiasta como los integrantes de este proyecto.
También es fantástico poder ver cómo es y cómo se trabaja en una escuela de otro país:
Y sin duda, un verdadero regalo poder formar parte integrante de esa escuela. Es una satisfacción infinita poder conocer a sus alumnos, interactuar con ellos y por un momento haber sido su profe. Un intercambio muy enriquecedor para todos.
Acabo con esta bonita imagen de
Катедрала „Свети Александър Невски“
repleta de geometría. Espero que os guste.
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